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Vengo del crematorio de Auschwitz. Conversación con Henryk Mandelbaum Adam Willma, Igor Bartosik
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ISBN | 9788377042335 |
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El libro tiene la forma de una entrevista, que estuvo naciendo hace unos años, durante incontables reuniones y horas de entrevistas de los autores I. Bartosik y A. Willma con Henryk Mandelbaum. La parte principal del texto fue desarrollada en los años 2003-2004, más tarde se venía completando con regularidad. La edición del libro se terminó en abril de 2008, dos meses antes de la muerte del señor Henryk.
Cabe destacar que la entrevista con Henryk Mandelbaum cubre todas las etapas de su vida, desde su infancia en Silesia, el trabajo duro durante su adolescencia (por ejemplo, en un matadero y cantera), la deportación al gueto en Dąbrowa, la detención y el transporte a Auschwitz , el trabajo en el Sonderkommando, el escape de la "marcha de la muerte" hasta los tiempos de posguerra.
Por el contrario, por razones obvias, la parte más importante del libro "Vengo del crematorio de Auschwitz" constituyen recuerdos de su estancia en el campamento y el trabajo en el Sonderkommando.
Los llamados Sonderkommando, es decir equipos especiales de trabajo, acompañaban a los campos de exterminio organizados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La tarea principal de los prisioneros seleccionados para este tipo de trabajo era enterrar o quemar los cuerpos de los prisioneros asesinados, limpiar las salas utilizadas como cámaras de gas, ordenar objetos de valor pretenecientes a los asesinados y otras actividades relacionadas con el exterminio masivo de los Judíos. Con el tiempo, su papel se fue ampliando incluyendo actividades relacionadas con la recepción del transporte en el campo de la muerte, es decir ayuda para desvestirse antes del "baño", asistencia a las personas con discapacidad en su camino al lugar de exterminio y tranquilización de las personas más inquietas y sospechosas.
Henryk Mandelbaum habla de su trabajo en el Sonderkommando de una manera directa. Sus recuerdos tienen un valor excepcional, porque el protagonista del libro se apoya únicamente en sus propias experiencias. Mandelbaum nunca se interesaba en las publicaciones dedicadas al tema de los campos de concentración o al exterminio masivo, no confrontaba sus experiencias con los recuerdos de antiguos prisioneros de Auschwitz. Henryk Mandelbaum formula cada declaración con firmeza y convicción. Si no está seguro de algo - permanece callado. También es muy característica en él su resistencia a juzgar las actitudes humanas. El acusado, en la relación de Mandelbaum, no es un hombre, sino el sistema, el mecanismo del mal, ante el cual ceden los víctimas y verdugos.
Henryk Mandelbaum, al que conocemos gracias a esta entrevista, es un hombre de carácter fuerte, ingenioso e inteligente, sensible al daño de los seres humanos y - a pesar de toda la experiencia - optimista con respecto al mundo y las personas.
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